Existen distintos tipos de biomasa, pueden ser de origen natural, residual o producida. La biomasa natural se produce en la naturaleza sin intervención humana. La residual proviene de los restos que generan diversas actividades de las personas, mientas que la biomasa producida hace referencia a cultivos energéticos o excedentes agrícolas.

Este tipo de energía renovable, tiene múltiples aplicaciones en distintos sectores, tanto doméstico como terciario, ya que poseen un gran poder calorífico y aportan grandes ahorros. En el caso de las calderas Vigas, utiliza leña para la producción de calor y de agua caliente en viviendas, albergues, escuelas, colegios y demás espacios con necesidades de calefacción.

La leña es el producto menos elaborado, ya que, únicamente debe de ser cortada y troceada y estará lista para ser usada como combustible en las calderas de leña. Para su uso, se debe de introducir los trozos de leña manualmente en su amplia cámara de combustión. La leña tradicionalmente ha tenido distintas aplicaciones, como para cocinar, para calentar, hacer cerámica, etc.

• Economía circular, convierte los residuos que genera la quema de la leña en recursos aprovechables por el medio ambiente. Las cenizas puede reutilizarse como abono.
• Fuente de energía renovable y no contaminante. Es una energía respetuosa con el medio ambiente. La leña al ser quemada emitirá la misma cantidad de CO2 que absorbieron durante su ciclo de vida, esto quiere decir que es un combustible renovable neutro en cuanto a emisiones de CO2, teniendo un mínimo impacto en el medio ambiente.
• Limpieza forestal. Si se apuesta por el uso de leña se invierte en limpieza de bosques y zonas verdes.
• Económico. Debido a su alto poder calorífico podemos obtener un resultado más eficiente si lo comparamos con otras fuentes de energías fósiles con un precio mucho más económico.