La leña sigue siendo la biomasa preferida para calentar los hogares españoles
Según los datos de la Estrategia para promover el aprovechamiento energético de la biomasa forestal y agrícola de Cataluña confirman que la leña en el pasado año 2018, la leña fue la biomasa principal para la producción de calor.
En la última edición deExpobiomasa realizada en Valladolid en septiembre del 2019, también se citó que en Navarra la gran parte de la madera extraída de los montes se emplea como leña y gracias a lo modernos equipos se puede reducir notablemente las emisiones de CO2.
Aunque no se encuentra especificada toda la producción con destino energético, en los balances de aprovechamiento forestales que hace el citado ministerio, se incluye bajo el mismo concepto “leña y bioenergía”.
Esto nos dice que se considera que totalidad de la leña que se extrae de los montes, se destina para la producción de energía, especialmente para generar calor doméstico e industrial. El total de leña producida está muy encima de los casi los 600.000 de pellets que se produjeron en el 2018.
A pesar de que es un valor muy alto, se registra un descenso, ya que en el 2013 este biocombustible alcanzó el 83%.
Datos de Expobiomasa afirman que “aunque su uso está en decadencia, el elevado número de chimeneas en viviendas independientes poco eficientes hace que este biocombustible tradicional siga siendo el más usado en España».
También hablan de la producción de la leña, asegurando que: «es la forma de comercialización de biomasa que más se ha producido desde que se tienen datos; hasta 2013, año en el que la astilla suma 276.319 toneladas frente a las 205.500 de leña. Desde entonces la astilla va ganando terreno, y en 2018 se produjeron unas 327.000 toneladas, 224.000 de leña y 81.000 de pellets».
La constante subida del precio del petróleo ha hecho que la leña se convierta en la biomasa preferida para calentar en muchos hogares.